Conoce al bailarín de ballet convertido en director que nos lleva en un viaje por Getting to The Nutcracker.
Cada temporada de Navidad, el ballet de El Cascanueces (Nutcracker) se presenta en ciudades de todo el mundo. Nos encanta la historia eterna, pero ¿qué se necesita realmente para producir este ballet cada año? La película documental Getting to The Nutcracker te lleva dentro del esfuerzo hercúleo que implica reunir los recursos, reunir a los voluntarios, hacer audiciones a los bailarines, ensayar y la puesta en escena del espectáculo de este ballet clásico.
La directora Serene Meshel-Dillman, exbailarina de la Escuela de Ballet Americano y productora de anuncios de televisión, te muestra una vista íntima y entre bastidores de los bailarines, sus maestros y sus familias. La Escuela de Ballet Marat Daukayev en Los Ángeles, dirigida por la antigua estrella de Kirov, nos permitió grabarlo todo: las audiciones, las rigurosas horas de entrenamiento y ensayos, la alegría de obtener un papel principal y el dolor de perderlo. Los bailarines de ballet (chicos y chicas de 3 a 18 años) presentados son gente apasionada que, con sus familias, hacen increíbles sacrificios de tiempo y dinero solo para poder bailar. Lo mejor de todo es que conoces a estos bailarines. Les oyes hablar de sus sueños y compartes sus triunfos e incontables giros inesperados. Lo ves todo, desde artistas adolescentes con talento y un futuro en la danza hasta los niños más pequeños emocionados y dulces que se turnan en el escenario.
Serene Meshel-Dillman es nativa de Nueva York, empezó su carrera de baile en la Escuela de Ballet Americano. Al crecer a la sombra de George Balanchine, Serene conoce bien la angustia y los desafíos de “Getting to The Nutcracker”.
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