El meteórico ascenso de Michael DeLeon en el mundo de los negocios se detuvo cuando se encontró a sí mismo adicto a las drogas y enviado a prisión.
Ahora ha encontrado un mayor propósito en la vida al educar a la juventud de todo el país sobre los peligros de las drogas.
Únete a las personas que crean cambios, de todas las religiones, culturas y naciones, y cómo extienden su ayuda a sus comunidades a través de los programas humanitarios patrocinados por Scientology. Desde el África subsahariana a Los Ángeles, California y todos los puntos entre medias, están difundiendo el mensaje de los derechos humanos, educando a comunidades sobre los peligros de las drogas, luchando contra el abuso psiquiátrico y proporcionando ayuda en los desastres. Sus voces están creando un impacto positivo y estos son sus relatos de primera mano sobre el poder de la perseverancia en la lucha por su causa.